En un espacio de confianza y respeto, jugamos y conversamos de aquellas cosas que nos preocupan de nuestra relación con los hijos, y   el sistema que constituyen los amigos, los compañeros, los educadores, los familiares...

La conversación:  desde una mirada ontológica, como un modo de buscar entre todos las posibilidades que nos dan las crisis y los conflictos.
La mirada: espiritual y amorosa...

Aprender junto a otros comprendiendo que estamos en el mismo camino y en un contexto adecuado, adonde creamos un ambiente de confidencialidad y autenticidad.